El sector industrial portugués desempeña un papel vital en la economía nacional, representando aproximadamente 20% del Producto Interno Bruto (PIB) e incorporando más de 600 mil personas en el mundo laboral. Esta significativa contribución destaca la importancia de la industria como pilar fundamental y esencial para el crecimiento y desarrollo económico del país.
En los últimos años, la industria portuguesa ha demostrado resiliencia y capacidad de adaptación frente a los escenarios globales. La globalización y las inestabilidades geopolíticas han evidenciado la necesidad de modernización e innovación continuas. Sin embargo, hay muchísimos desafíos: la dependencia del mercado extracomunitario para suministro de materia, hace que los costes de ese suministro representen cerca del 53% del volumen de negocios de la industria trasformadora en Portugal, una vez que la escasez de materias primas criticas también potencia el aumento de precio. Así mismo, es cada vez más necesario y relevante reducir consumos y desarrollar e implementar procesos más eficientes. La buena noticia es que esta apuesta en el crecimiento y competitividad de la industria, puede ser potenciada y maximizada a través de instrumentos financieros, como el programa de subvenciones “Portugal 2030” o por el “Plano de Recuperación y Resiliencia – PRR”.
Portugal dispone de un montante de financiamiento que tiene como principal objetivo apoyar las oportunidades y las inversiones en innovación y fomentar el carácter emprendedor. Estos sistemas de incentivos pretenden aun reforzar la competitividad de las empresas en diversas áreas de negocio, dotando a las mismas de mayores instrumentos de apoyo y oportunidades, dinamizando igualmente el mercado y apoyando la economía nacional de forma decisiva. Esta inversión, liderada por el IAPMEI, se destina a promocionar y apoyar económicamente a la iniciativa de la industria nacional para la actuación pluridimensional, estando estructurado para el desarrollo de proyectos donde se destacan las oportunidades para los siguientes incentivos:
- Competitividad empresarial: refuerzo, revitalización, optimización de la producción para entrada y refuerzo de la competitividad y posicionamiento en nuevos mercados;
- Investigación y Desarrollo: innovación y diversificación de la oferta por vía del desarrollo de nuevos productos e introducción de mejorías en los productos ya existentes, así como la optimización de procesos industriales;
- Resiliencia: inversiones que refuercen la capacidad productiva y la autonomía estratégica del sector industrial;
- Transición Digital: Iniciativas que aceleren la digitalización y cualificación de procesos industriales, integración de tecnologías avanzadas, de certificación y automatización;
- Transición Climática y Energética: introducción de sistemas que visen la reducción de la dependencia de combustibles fósiles y maximicen la eficiencia energética de las empresas y adopción de fuentes de energía renovables, promocionando la descarbonización de la industria.
En Portugal, la descarbonización de la Industria es una prioridad nacional y europea, con el Plano de recuperación y Resiliencia (PRR) a destinar inversiones significativas para apoyar las empresas y la industria en la transición para prácticas más sostenibles. El PRR, donde se encuentra la Descarbonización de la Industria, fue organizado con 20 componentes que integran, a su vez, un total de 37 reformas y de 83 inversiones. En el total, las reformas y las inversiones, absorben cerca de 17 mil millones de euros de financiación del PRR, distribuidos por 14 mil millones de euros de subvenciones (84% del total) y 2700 millones de préstamos (16%). En este ámbito, uno de los puntos más interesantes para el sector de la industria en Portugal es el apoyo e incentivo para la descarbonización, que pretende estimular la transición energética y la reducción de las emisiones de gases con efecto de estufa, promoviendo una mudanza en el paradigma de la utilización de recursos. Esta componente aborda el desafío de la contribución de la industria para lograr atingir los objetivos establecidos. Esto requiere una transformación estructural, incluyendo la reconfiguración de la actividad industrial, cambio de procesos de producción y utilización de menos recursos.
Transformación Digital
Las iniciativas pasan por la introducción creciente de tecnologías y procesos productivos neutros o libres de emisiones de carbono y por la apuesta en soluciones digitales, existentes o emergentes, en particular a través de soluciones inteligentes de apoyo a la medición, monitorización, tratamiento de datos para la gestión y optimización de procesos, reducción de consumos y disminución de emisiones contaminantes aumentando la eficiencia de utilización de recursos (materias primas, agua, energía), promoviendo la economía circular y consecuente disminución de la huella de carbono.
Transición Climática y Energética
La inversión insta a contribuir para el desarrollo de una industria innovadora y competitiva, contribuyendo también a la descarbonización de la economía nacional, dar prioridad a la eficiencia energética, reforzar la apuesta por las energías renovables y reducir la dependencia energética, bien como garantizar una transición justa, democrática y sólida. Esta iniciativa es crucial para que la industria pueda contribuir a las metas de reducción de gases con efecto de estufa (45% a 55%), de incorporación de energías renovables en el consumo bruto de energía (47%) y de eficiencia energética (35%), así como para la reducción de la intensidad energética y carbónica de la industria asumida por Portugal.
Estas iniciativas contribuirán para fortalecer la competitividad en la Industria, siguiendo las recomendaciones específicas para Portugal en inversiones de transformación digital y de transición ecológica, en especial en la producción y uso de energía limpia y eficiente.
Tipologías de Proyectos
Las tipologías de proyectos englobados por los programas son:
- Procesos y tecnologías de bajo carbono en la industria;
- Adopción de medidas de eficiencia energética en la industria;
- Incorporación de energía de fuente renovable.
Los proyectos deben de cumplir con los siguientes requisitos:
- Alcanzar, en media, una reducción de, por lo menos, 30% de las emisiones directas e indirectas de gases con efecto de estufa en comparación con las emisiones anteriores;
- Los gastos del proyecto no pueden constar de otra candidatura cualquiera de programas financiados por fondos europeos o nacionales, cuya decisión haya sido favorable.
- No son elegibles apoyos a la cogeneración o equipos alimentados a combustibles fósiles, incluyendo gas natural.
- La empresa tendrá que tener una autonomía financiera mayor o igual a 15% en el año del pre-proyecto.
Condiciones de Elegibilidad y Sectores Elegibles
Pueden candidatarse a los programas de apoyo:
- Empresas de cualquier dimensión para proyectos de eficiencia energética y descarbonización;
- Entidades públicas y privadas sin fines lucrativos, como asociaciones empresariales, cámara de comercio e industria o agencias regionales.
Para las oportunidades de financiamiento y fiscales son elegibles los siguientes sectores de la actividad industrial:
- Industria Transformadora: Abarca las actividades como metalúrgica, textiles, calzado, automóvil, entre otras;
- Industria Agroalimentaria: Incluye la producción y transformación de alimentos y bebidas;
- Industria Tecnológica: involucra empresas que desarrollan hardware, software y otras soluciones tecnológicas.
Es esencial que las empresas verifiquen los criterios específicos para la elegibilidad de cada beneficio fiscal, asegurando que sus actividades e inversiones se encajan en las condiciones establecidas.
Gastos Elegibles
Son considerados elegibles para financiamiento los siguientes gastos:
- Adquisición e instalación de equipos de eficiencia energética y tecnologías de bajo consumo de carbono;
- Implementación de procesos innovadores para la optimización energética y reducción de emisiones de gases con efecto de estufa;
- Costes con certificaciones ambientales, estudios y auditoras energéticas;
- Formación y capacitación para la innovación sostenible y digitalización;
- Consultoría especializada en descarbonización y eficiencia energética;
Incentivos y tasas de Financiación
El financiamiento será concedido en forma de subvención no reembolsable (fondo perdido), con una dotación total de 300 millones de euros. La tasa de cofinanciamiento será aplicada de acuerdo con las reglas establecidas en la legislación en vigor. Los apoyos de este tipo varían entre los 30% y los 70% de los gastos elegibles, con la posibilidad de atingir los 100% en el caso de inversiones fuera de edificios, dependiendo de los siguientes factores:
- Dimensión de la empresa (las PYME, en general, reciben porcentajes más elevados);
- Ubicación del proyecto (zonas menos desarrolladas pueden beneficiar de tasas de financiación más altas);
- Impacto ambiental y grado de innovación del proyecto.
Además de las oportunidades de financiación disponibles, las empresas podrán aprovechar beneficios fiscales que permiten reducir la carga tributaria e incentivar la inversión en áreas estratégicas:
- RFAI: Este régimen permite a las empresas deducir el IRC (Impuesto sobre Rendimiento de personas Colectivas) un porcentaje de la inversión realizada. La tasa de deducción puede variar entre los 10% y los 30%, dependiendo de la ubicación de la inversión y del tipo de empresa.
- SIFIDE: Destinado a promocionar actividades de investigación y desarrollo, el SIFIDE permite la deducción del IRC de un porcentaje con los costes en I+D. La tasa base es de 32,5%, con una tasa incremental de 50% del aumento de los gastos con base en la media de los dos ejercicios anteriores, hasta un límite de 1,5 millones de euros. Este incentivo es fundamental para las empresas que inviertan en innovación y desarrollo.
Beneficios fiscales vs Oportunidades de Financiación
Al contrario de los sistemas de incentivos ya hablados, que marcan la intención de una inversión a realizar en un futuro (después de la sumisión de la candidatura), los beneficios fiscales inciden en las inversiones ya realizadas por la empresa, o sea, en la práctica, las empresas que hayan realizado incentivos productivos, inversiones en I+D o refuerzo de capitales propios pueden beneficiar de un alivio fiscal que puede llegar a los 82.5% de la base tributable.
En el caso del SIFIDE e del RFAI, la mejor parte de los incentivos fiscales es el hecho de que pueden incidir aun sobre las inversiones realizadas en proyectos que estén a ser financiados por el programa Portugal 2030 o por el PRR, sin embargo, en el caso del RFAI, no podrá ser excedido el límite máximo de apoyo para la región donde está ubicada la empresa. Así, o RFAI y el SIFIDE, son, sin duda alguna, una oportunidad para las empresas beneficiarse de un alivio fiscal y para que puedan seguir invirtiendo en la innovación con vista a un crecimiento sostenible y competitivo.
Fatores Críticos de Éxito de Beneficios Fiscales
Para maximizar los beneficios fiscales, las empresas deben considerar:
- Planeamiento Estratégico: Definir claramente los objetivos de inversiones y guiar los proyectos con los incentivos disponibles;
- Identificación de las inversiones elegibles: la cualificación de las actividades es crucial para identificar las inversiones elegibles sobre las cuales va a incidir el ámbito de los beneficios a atribuir.
- Documentación Rigorosa: mantener los registros detallados de todos los gastos y actividades relacionadas con los proyectos, garantizando siempre los requisitos legales;
- Apoyo Especializado: la experiencia de un equipo especializado es fundamental, por una parte, para maximizar beneficios y por otra parte para evitar riesgos de no conformidad.
El equipo de ARRAM Consultores, S.L., está capacitado para dar todo el apoyo especializado, acompañar y apoyar a sus Clientes en todo el proceso de las tramitaciones de las subvenciones, también como en la elaboración de los proyectos para la transición digital, ecológica y de descarbonización de sus Industrias en Portugal y en España.